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Bautistas y Pentecostales: Una diferencia más allá de sus Doctrinas.

Si bien es cierto que entre las diferentes denominaciones evangélicas o protestantes se pueden hallar diferencias en cuanto a prácticas, forma de gobierno eclesiástico o alguna doctrina, es entre los bautistas y Pentecostales donde parecen existir mayores diferencias (al menos así se percibe en el contexto venezolano). No obstante, hay una «diferencia» que no se limita a dos denominaciones, de hecho, los «Pentecostales» no constituyen una sola denominación sino varias (en Venezuela por ejemplo tenemos: Asambleas de Dios, Federación Evangelística Emmanuel, Dios Pentecostal, Luz del Mundo, Santidad Pentecostal, y un largo etc.), sino que se trata de una diferencia que existe entre dos «tipos» de iglesias evangélicas que podemos llamar: «tradicionales» (ej. Luteranas, Anglicanas, Presbiterianas, Bautistas, etc.) y las «carismáticas» (como las denominaciones pentecostales y las iglesias Neo-Pentecostales e Independientes).

Estos dos «tipos» de iglesias (tradicionales y carismáticas) no se refieren a dos doctrinas diferentes (o mejor, dos religiones diferentes), por lo general ambas son consideradas «Evangélicas» o «Protestantes» ya que comparten los puntos fundamentales de la doctrina evangélica, como son: la autoridad única y suficiente de la Biblia (por encima de la Iglesia), la trinidad de Dios, la salvación por fe únicamente en Jesucristo (no una salvación por obras o por creer en «santos», ángeles o mediadores celestiales), la regeneración por el Espíritu Santo, la segunda venida de Cristo, el Cielo para los salvos y el Infierno para los perdidos, entre otras. Pero, más allá de estas similitudes, de las diferencias organizacionales (rituales o formas de gobierno) y de doctrinas, la «diferencia» entre ambas de la que trata este artículo es el énfasis que le dan a unas doctrinas sobre otras.

Dicho énfasis en ciertas doctrinas es lo que determina el comportamiento diario de los creyentes y la forma de propagar las verdades del evangelio de Cristo, por cuanto constituye el centro del discurso cotidiano de tales hermanos, es decir, el aspecto doctrinal sobre el cual enfatizan es el principal argumento para su crecimiento espiritual y su mensaje evangelístico; no es el único argumento, ni olvidan otras verdades bíblicas, es sólo el principal argumento o núcleo de su discurso y praxis cristiana. Veamos esto con más detenimiento. En el caso de las iglesias «tradicionales» el énfasis reside en la naturaleza de la salvación y la importancia del conocimiento bíblico, mientras que las «carismáticas» hacen énfasis en la segunda venida de Cristo y la regeneración por el Espíritu Santo (otros “énfasis” pudiesen ser descritos pero –por lo pronto- me centraré en estos dos).

En el primer caso, se le concede particular importancia al tema de la salvación: qué es, cómo se obtiene, cómo se evidencia o se relaciona con las buenas obras, la autoridad de la Biblia, cómo es su interpretación y su estudio; esto hace de estas iglesias fuertes defensoras de la autoridad bíblica, así como de la exégesis, hermenéutica y teología clásica. En el segundo caso, las «carismáticas» conceden capital importancia a la escatología (estudio de los eventos futuros) y la pneumatología (estudio del Espíritu Santo); es decir, las señales de la segunda venida de Cristo (en la iglesia, en el mundo y en el pueblo de Israel), qué ocurrirá en el mundo cuando Cristo venga, qué pasará con los creyentes, la importancia del Espíritu Santo en el creyente y la necesidad de una vida espiritual sólida para estar preparados para cuando Cristo venga.

Ahora bien, ¿cómo ese énfasis determina la conducta diaria del creyente y la forma de predicar el evangelio? Propongo una respuesta psicológica que se deriva de un principio de la psicología conductual, según el cual una conducta ocurre con mayor frecuencia cuando se desconoce el momento en el cual se presentará el evento que mantiene la ocurrencia de esa conducta (este principio se conoce como: ley del «Refuerzo Intermitente” o “Refuerzo Variable»). La aplicación de esta ley a la conducta cristiana lo que significa es que la conducta diaria del creyente y la conducta de predicar el evangelio es más frecuente si este espera una recompensa (ver: 1ª Corintios 3.13-15, 9.24-25; 2ª Timoteo 4.7-8) sin saber cuando la tendrá (cuando se conoce el momento de tal «refuerzo» o recompensa la conducta se suele postergar para cuando el momento se acerca).

Interpretando con este principio a los cristianos «tradicionales», estos esperan tal recompensa, básicamente, después de la muerte cuando acudan al tribunal de Cristo, mientras que en el caso de los «carismáticos» la esperanza de tal recompensa no es tan «lejana» (aunque nadie sabe cuando va a morir nadie espera morir muy pronto), sino que es más «presente» ya que esperan que ocurra cuando Cristo venga; evento del cual no saben cuando va a ocurrir pero creen que puede ocurrir de un momento a otro, por lo tanto, la esperanza de la recompensa está «latente». En otras palabras, como los primeros no tienen presente la inminente venida de Cristo tampoco les es inminente la realidad de su recompensa, mientras que para los segundos sí. Esto no significa que los «tradicionales» no crean en la segunda venida de Cristo, ni que está pronta a ocurrir, tampoco significa que los «carismáticos» no crean que al morir  no recibirán sus recompensas; lo que quiero decir con eso es que, debido al énfasis doctrinal señalado, se produce una disposición mental para actuar y creer de una forma determinada.

En consecuencia, un determinado énfasis doctrinal produce un determinado patrón de conducta y ese patrón de conducta incide directamente en un aspecto no menos importante, y sobre el cual quiero llamar la atención para finalizar: el crecimiento de la Iglesia. Efectivamente, en la medida en que la conducta diaria del creyente se mantiene con la esperanza de recibir en santidad a Jesucristo en su pronto regreso (énfasis carismático) hay una necesidad de predicar el evangelio y de la forma que sea «para que Cristo nos encuentre cumpliendo la Gran Comisión». Por el contrario, si la conducta del creyente no se mantiene por esa esperanza «latente», que en cualquier momento se puede cumplir, la misma se vuelve «fría», apática con respecto al compromiso evangelístico; o al menos es poco persistente.

En conclusión, el punto de reflexión no es lo apropiado que resulta un determinado énfasis doctrinal, por cuanto en todo exceso se produce un error, sino la búsqueda del equilibrio entre las diversas doctrinas bíblicas que son igualmente importantes e imponderables. Además, importante es rescatar lo valioso que resulta para el crecimiento (tanto en calidad como en cantidad) de la Iglesia de Dios, la disposición a aprender de nuestros hermanos (los unos de los otros) y que nuestro verdadero énfasis sea Jesucristo, su obra, su mensaje, su salvación, lo que hizo, hace y hará en su segunda venida; y todo esto debidamente fundamentado en la Palabra Escrita de Dios.

  1. Rodrigo
    14 febrero 2010 a las 9:55 AM

    Este articulo esta muy bueno todos somos uno en Cristo! Justamente estoy orando por mi futura novia que es de un iglesia bautista y yo de una iglesia pentecostal yo no lo veo nada de malo pero no ce solo le pido a DIOS que me guie y que si no es su voluntad no noviare con ella BENDICIONES! Gracias x el articulo.

  2. enedina
    31 diciembre 2010 a las 7:35 AM

    bendiciones yo soy cristiana pentecostal pero estamos visitando una iglesia bautista, pero todavia no se si hay alguna diferiencia en la doctrina.

    • Psic. Nelson Ledezma
      4 enero 2011 a las 5:25 PM

      Gracias por escribir.. Si bien no es una pregunta explicita lo que haces me tomo la libertad de «responder» un poco a la inquietud subyacente: Es dificil establecer diferencias claras y definitivas entre Bautistas y Pentecostales en la actualidad. Primero, por cuanto hay una gran diversidad de iglesias que se autodenominan «Pentecostales» (entre las cuales ya es posible encontrar diferencias). Segundo, por que las iglesias Bautistas, por definición, no cuentan con un credo o cuerpo común de creencias que las definan como tales (en otras palabras, no se pueden decir que son bautistas por creer en «X» doctrina en particular). Sin embargo, en un sentido histórico si hay sustanciales diferencias que serían objeto de todo un tratamiento aparte…. Por lo pronto, si tengo que concluir algo es que SI hay diferencias en sus doctrinas. Te invito a que estudies la doctrina pentecostal de tu iglesia de origen (donde creíste o creciste) y la de la iglesia bautista que estás visitando, seguro estoy que encontraras algunas diferencias. Pido a Dios que sean pocas y que, en ningún momento, te alejen de la verdadera razón por las cuales las iglesias existen: Jesucristo. Que Dios te Bendiga!

  3. claudia
    4 febrero 2011 a las 11:20 AM

    es muy bueno poder empaparse de conocimientos sobre cuestines religiosas que muchas veces desconocemos, con ello nos damos cuenta de lo importante y valioso que es el hecho de estudar una determinada doctrina religiosa y lo mas importante ponerla en practica con el proposito de cambiar nuestro estilo de vida, nuestro caracter, nuestras costumbres y apreder a vivir realmente como Dios quiere que vivamos «en SANTIDAD» esto sea para honrar y glorificar su nombre, tenemos que procurar agradar siempre a Dios en todo lo que hagamos.Dios siempre brinda recompensa a su fieles y estas recompensas son traducidas en bendiciones y bendiciones grades, pero independientemente de si recibimos o no recompensas, tenemos que estar agradecidos siempre con dios y tratar de agradarlo y hacer su voluntad. nos ha regalado lo mas bello «LA VIDA» nos regalo unos padres, una familia,un paquete de cualidades y capacidades, nos ha dado un sol hermoso que brilla par ti, el cielo, las estrellas y el universo entero, ahora solo queda comportarnos como el, tratar de formar nuestro caracter conforme a su voluntad y ser personas que vivan para él, para darle dia dia lo que el se merece «TODA LA HONRA Y TODA LA GLORIA» por siempre. AMEN

  4. EG
    6 marzo 2011 a las 10:05 AM

    Al realizar la búsqueda en Google: «Diferencias entre pentecostales y bautistas», elegí leer este artículo de primero. Y que bueno, porque aunque no encontré un listado de diferencias, si me gustó el enfoque que hace el autor en el «énfasis» que cada iglesia da a una de las doctrinas fundamentales en común.

    Mi búsqueda viene porque, al contrario de Rodrigo, el chico que hizo el primer comentario, soy pentecostal y mi novio es bautista. A nosotros no nos es un problema compartir la fe y la vida cristiana, pero es evidente que las liturgias de nuestras iglesias son muy diferentes a pesar de ser cristocéntricas y bíblicas ambas. El tema ha surgido entre nosotros porque debemos decidir: luego de casarnos, a cuál de las iglesias perteneceremos y por consiguiente, en cuál «denominación» educaremos a nuestros hijos.

    Me gustaría que nos dieran sus opiniones.

    Dios les bendiga.

  5. Carlos
    6 julio 2011 a las 11:05 PM

    por que no mejor unir ambas caracteristicas de ambas denominaciones tanto lo de una como de otra…bendiciones..soy pentecostal y bendigo mis hermanos bautistas..

  6. Alexander Rivera
    22 julio 2011 a las 3:52 PM

    Bueno. Yo nací de nuevo y me forme doctrinal mente en una iglesia pentecostal, pero ahora asisto a una iglesia bautista. Personalmente si he evidenciado varias y profundas diferencias doctrinales. Lamentablemente en ocasiones, aunque la intención no es sembrar divisiones, no es menos cierto que la Palabra de Dios nos orienta a marcar diferencias con quienes han encubierto sus anhelos personales y profundo desconocimiento de la sana doctrina bajo un manto de «Iglesia». Ejemplo: Manifestaciones Espectaculares (sanidades, Liberaciones, prosperidad, profecías, etc) de los dones del Espíritu Santo; los cuales no operan como hoy en día se presentan por estos «pastores» y; por otro lado, también encontramos la ultra radical posición de aquellos que creen que el mostrar y expresar amor, felicidad, alegría y fervor por Cristo, mediante canciones, danzas, obras teatrales, pedagogía, acordes a esta nueva generación en orden y con la debida santidad para Dios (sin caer en la mundanalidad).

  7. 25 julio 2011 a las 11:00 AM

    yo me converti en una pentecostal y x seguir a mi esposo voy a una bautista pero el pastor de ahi siempre se refiere a las pentecostes como lo malo,lo k no tiene la razon,y mas con la musica,en este momento me encuentro confundia xq DIOS no hace acepcion de personas y nosotros si mi mayor deseo es ver todo el mundo unido creyendo en un mismo DIOS sin k nos separe tanto razonamiento,bueno no kise decir exactamente con la musica,con las alabanzas,el no acepta alabanzas de jubilo puros coros,es muy diferente la alabanza

  8. rebeka
    4 octubre 2011 a las 8:32 PM

    creci en uma iglesia pentecostes y ahora asisto a una bautista. si hay diferencias en cuanto a QUE DAR MAYOR IMPORTANCIA mas yo sigo la biblia y no me confundo. mi iglesia aprecia a los pentecostales y los acepta como hermanos en Cristo nuestra alabanza incluye bajo, bateria, etc, la laabanza es como en las iglesias pentecostales, aceptamos la danza, como biblica y en cuestion personal el danzar o no no somos carismaticos, pero apreciamos a los pentecostales somos iglesia de Cristo no debe haber denominacionismo .
    Dios les bendiga

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